PERU Cajamarca estado de emergencia

Cajamarca  estado de emergencia y golpiza a líderes sociales   Conga –intereses.

 ¿Quiere el gobierno dialogar o imponer por la fuerza el proyecto Conga? La golpiza y detención del líder y pacífico activista ambiental Marco Arana, la muerte de cinco civiles por disparos de bala y las agresiones sufridas por autoridades de la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público parecen indicar que el diálogo en boca de las autoridades es un engaña muchachos.

La policía y el ejército que controlan tres provincias de Cajamarca: Hualgayoc, Celendín y Cajamarca,

¿Y los compromisos de Yanacocha?

Para el gobierno parece haberse agotado el diálogo:

Ollanta Humala ha dicho que “Conga va”,  La semana pasada el Gobierno  autorizo a Yanacocha desarrollar el proyecto, una vez esta se comprometió a cuadruplicar las reservas de agua para la población, evitar el vaciado de dos lagunas y a crear un fondo social.

Sin embargo, ese requisito elemental, junto a otros que fueron demandados por el propio presidente en su mensaje a la Nación del 20 de abril no parece haber sido aceptados por la empresa Yanacocha.

 Es más, no existe algún documento que garantice el cumplimiento de ellos.

Las declaraciones del magnate Roque Benavides, el mismo que ha desmentido que Yanacocha esté comprometida a conservar dos lagunas que –según el estudio de impacto ambiental (EIA)- podrían ser convertidas en vertederos de desmonte.

En efecto, Roque Benavides tampoco asegura que se podrá brindar los 10 mil puestos de trabajo directos que prometió el presidente Humala en su discurso. “Nosotros no podemos meter más gente menos calificada. Tenemos que meter la mejor gente y en el número adecuado”

A pesar de no existir compromisos, Minas Conga inició la construcción de reservorios y ha anunciado que no se detendrán: “mientras que la autoridad no nos diga paralicen, nosotros no podemos paralizar”, señaló Roque Benavides durante su presentación en el Foro de Inversiones “Arqcom 2012″.

El proyecto «Conga», de Yanacocha, que tiene como principal socio la empresa minera americana Newmont, supone la construcción de la mayor mina de cobre y de oro de la historia de Perú. 

La inversión estimada en el proyecto se sitúa entorno a 5000. millones de dólares. 
Perú, con grandes recursos minerales, es el segundo productor mundial de cobre y el sexto de oro.

Las comunidades mineras del país se quejan de que, pese al auge económico experimentado en el país durante los últimos años, la pobreza siga siendo un mal extendido en las zonas de explotación minera.

¿Dictadura minero-militar?

La  violencia con que actúa el Gobierno como respuesta a los Conflictos Sociales aprimadamente 247  abre la pregunta de si estamos ante un régimen que no tiene la menor intención de practicar mecanismos democráticos para resolver los conflictos sociales propios de una sociedad con problemas de diversa índole.  

Gregorio Santos, el  presidente regional de Cajamarca -a quién los medios masivos de información le atribuyen erigirse como futuro candidato a las próximas elecciones presidenciales 2016 y todo lo malo: los desmanes, la protesta, las muertes, etc.

Este  ha calificado al régimen de Ollanta de autoritario “minero-militar” .

Para salvaguardar el “principio de autoridad” el gobierno de Ollanta Humala está aplicando políticas represivas como solía hacer el gobierno de Alberto Fujimori, tal y como ya lo había advertido Pedro Arrojo, coordinador de la Misión Internacional de Observación en la Gran Marcha Nacional por el Derecho al Agua.

Y es que Humala habría ido perdiendo respaldo de la alianza Gana Perú que lo llevó al gobierno y ha dejado de lado al Partido Nacionalista para gobernar únicamente con estrechísimo entorno familiar, sus ex compañeros de armas en el Ejército y el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).

Hace poco, cuatro congresistas de la bancada oficialista renunciaron a dicha agrupación como muestra de su disconformidad como el Gobierno enfrenta los conflictos sociales.

Ollanta ha dejado a un lado al pueblo y al entorno social que lo llevó al triunfo electoral con la promesa de una Gran Transformación; y ha optado por gobernar de acuerdo al interés minoritario de la Oligarquía y los grupos de poder de  las empresas transnacionales. Para esto se ha mimetizado con el Ejercito

 “lo que hay en el Perú, a un año de electo el nuevo gobierno, es un régimen mafioso y matonesco no muy distinto al de Fujimori” y “que pueda que no acabe su periodo” ante una crisis de gobernabilidad que puede agravarse si se sigue con los mismos métodos y fines.

Las comunidades mineras del país se quejan de que, pese al auge económico experimentado en el país durante los últimos años, la pobreza sistémica  siga siendo un mal extendido en las zonas de explotación minera.

Nelson Valentín