Editorial) Inclusión social, de la verdadera
El modelo económico que la izquierda tradicional ataca también permitió que entre el 2002 y el 2010 la pobreza en general se reduzca de 54% a 31%, según el Banco Mundial
Martes 21 de febrero de 2012 - 07:00 am
Hay sectores que proclaman casi a diario que el modelo económico no funciona. Que es excluyente. Que una economía libre y abierta –como la que han impulsado, pese a sus muchas contradicciones, los gobiernos de los últimos veinte años– solo sirve para que los ricos se vuelvan más ricos a costa de que los pobres se vuelvan más pobres. La izquierda tradicional repite, según ella en defensa de los pobres, que el sistema actual no hace nada por ellos.
Un reciente informe de Apoyo cuyas conclusiones publicásemos el viernes ha vuelto a demostrar cómo, con amigos así, los pobres no necesitan enemigos. El modelo ha logrado que entre el 2003 y el 2011 el porcentaje de peruanos que pertenecen al sector socioeconómico más bajo se reduzca del 51% al 41%. Detrás de esta cifra hay más de dos millones y medio de peruanos que han dejado la dura vida de los más pobres de entre los pobres. El modelo económico que la izquierda tradicional ataca también permitió que entre el 2002 y el 2010 la pobreza en general se reduzca de 54% a 31%, según el Banco Mundial. Y, en ese mismo período, ha conseguido que la mortalidad infantil en el país se reduzca casi a la mitad.
Lo sucedido en el Perú no es un extraño accidente. La liberalización económica permitió que, entre inicios de los 80 y mediados de la primera década de este siglo, China logre sacar a más de 500 millones de personas de la pobreza y que India, el segundo país más poblado del mundo, reduzca su porcentaje de pobreza a la mitad.
Algunos argumentan que, si bien todos podemos haber mejorado, ello se ha logrado a costa del ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres. Si eso fuese cierto, habría que preguntarse, como en su momento lo hizo Churchill, qué es mejor: ¿el modelo cuyo vicio es que todos avancemos a velocidades distintas o aquel cuya virtud es que todos, juntos, nos estanquemos en el mismo hoyo? Afortunadamente, por lo demás, en el Perú se está relativizando la necesidad de esa pregunta porque la desigualdad se está reduciendo. En el índice Gini, que mide la desigualdad en la distribución del ingreso, el Perú cayó seis puntos entre el 2002 y el 2009, lo que significa que la distancia entre ricos y pobres se ha reducido y que los últimos han avanzado proporcionalmente más que los primeros.
Lo particularmente bueno acerca de la clase media que el mercado ha venido creando en los últimos años es que no es una de esas burguesías efímeras, sostenidas sobre dádivas estatales. Los peruanos de esta nueva clase media generan ellos mismos, en sus empleos y empresas, la riqueza que les está llegando. Eso empodera y promete sostenibilidad. Es inclusión de la buena.
Por supuesto, todavía hay mucho por avanzar. Hay espacios que el mercado no cubre y donde el Estado debe cumplir un rol subsidiario que hoy, lamentablemente, no cumple. Debemos seguir denunciando a los empresarios mercantilistas que buscan privilegios y subsidios de la misma manera que a quienes desearían regresar a las políticas retrógradas de los 70. Y, sobre todo, hay que seguir profundizando las reformas que han permitido empoderar a los pobres, para que estos sigan entrando a la clase media a una velocidad aun mayor, para el bien de todos.
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Miren la opinión de el Editorial de este Periódico . “El modelo ha logrado que entre el 2003 y el 2011 el porcentaje de peruanos que pertenecen al sector socioeconómico más bajo se reduzca del 51% al 41% y luego nos vende su opinión
Detrás de esta cifra hay más de dos millones y medio de peruanos que han dejado la dura vida de los más pobres de entre los pobres.
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Cómo es que el Gobierno de turno debería definir una Política de Inclusión Social y Económica de Verdad.
Nelson Valentín S
Ha señalado este gobierno de trabajar muy especialmente para la inclusión de los excluidos,
Esperemos que el Gobierno con el recién creado Ministerio de Inclusión Social aborde tema claves y transversales como: Inversión en un mercado de empleo activo, promoción de sistema de protección social adecuado y accesible a todos, promoción de vivienda saludable, promoción de educación pública de calidad, erradicación total de la desnutrición y pobreza infantil, promoción de la Responsabilidad Social, promoción de valores simples y sencillos como la ética, transparencia y promoción de género. Esto debe ser ejecutado de manera coordinada y planificada adoptando una visión integral.
No olvidemos que la exclusión social es un fenómeno inherente del desarrollo de la sociedad. Sin embargo, seamos consientes que esto se puede prevenir y su impacto también se puede reducir siempre y cuando se pongan en marcha políticas públicas adecuadas.
En ese sentido, es relevante tener claro qué entendemos por Inclusión social, y si es que todos los actores involucrados, representados en esta fórmula, comparten y tienen las mismas expectativas a de ser abordadas por esta estrategia.
“.Inclusión social con derechos democráticos” si señor
Combatiendo la exclusión social.
Ante esto tenemos que decir no se trata la exclusión social de una perspectiva vertical o “clasista” –pobres-ricos, dominantes-dominados, burgueses-proletarios, señores-siervos, etc. – sino horizontal; no de un estar arriba o abajo en la estructura social sino adentro o afuera, incluido o excluido.
No olvidemos que la exclusión social como un fenómeno multidimensional es un proceso que relega a las personas al margen de la sociedad y les impide participar plenamente debido a su pobreza, a la falta de competencias básicas y oportunidades o por motivos de discriminación. Como capacidad económica, vivienda, empleo, salud, relaciones comunitarias, educación y aspectos culturales, así como de las redes y actividades de la sociedad. Tienen poco acceso a los organismos de poder y decisión, inhabilidad para ejercer sus derechos sociales a obtener un estándar básico de vida y como barreras a la ‘participación’ en las principales oportunidades y ocupacionales de la sociedad, indefensos e incapaces de asumir el control de las decisiones que les afectan en su vida cotidiana. Excluyéndolos a estas mayoría de ciudadanos al tejido social, económico y político.
La exclusión tiene un carácter complejo y amerita que en la elaboración y desarrollo de la política de inclusión social, el Estado se haga eficaz y realista. Con derechos democráticos participatorios
Estamos entonces frente a un gran reto, y no debemos olvidar que la exclusión social es multifacética, y ésta ha sido generada, promovida y alentada a través de muchos años en el Perú y muchos países latinoamericanos, seamos realistas también en esperar de los Gobiernos lo viablemente posible de ejecutar en su periodo de gestión, contribuyendo y comprometiéndose en dejar los cimientos necesarios para continuar en la ruta y camino hacia la Inclusión con “ Derechos democráticos” ya que la mayoría de la población está excluida del derecho a la educación, justicia, atención medica de calidad, y de participación en el aparato Estatal, en los puestos públicos Fuerzas Armadas, Parlamento Nacional o ¡no!
“Creo en la democracia porque da rienda suelta a las energías de todo ser humano.”
Somos una empresa Cooperativa Madrileña con mucha experiencia en el sector del transporte AEREO, MARITIMO y TERRESTRE.
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