Los niños de plomo de La Oroya, Perú
Beatriz Martín, ibvm, nos recuerda el drama de la ciudad de La Oroya, en Perú, una de las más contaminadas del mundo. Situada a 175 kilómetros al Este de Lima, enclavado en la vertiente oriental cordillera de los Andes y a 3.750 metros sobre el nivel del mar, La Oroya es conocida como la ciudad del Plomo, porque este metal se encuentra en grandísimas proporciones en el aire que respiran niños y mayores desde el día en el que nacen.
Plomo que proviene de las grandes compañías dedicadas a la minería que desde el siglo XIX se han instalado en sus alrededores, sin tomar las menores medidas medioambientales. Ante esta situación se ha rebelado Monseñor Barreto, arzobispo peruano, que ha denunciado ante el Congreso de Estados Unidos la devastación que están provocando algunas compañías americanas. El pasado 19 de julio, el jesuita Pedro Ricardo Barreto, arzobispo de Huancayo y presidente del Departamento de Justicia y Solidaridad de la Conferencia Episcopal de América Latina (CELAM), viajó a Washington para pedir que el Congreso se implique, ya que "puede jugar un papel vital (...) para el cumplimiento de las normas ambientales y la supervisión para que los seres humanos puedan vivir con dignidad y recuperar un medio ambiente sano". "Sin duda, el pueblo del Perú, sus trabajadores y residentes, deben compartir los beneficios de las industrias extractivas y no ser víctimas de esas actividades", dijo el arzobispo Barreto. Sin embargo, "la degradación ambiental hace que la población enferme, envenena el aire y los ríos, y la despoja de la tierra agraria de otro modo fértil por lo que ya no puede ser cultivada con éxito". Asimismo, e n testimonio separado, Fernando Serrano, doctorado de la Universidad de St. Louis, compartió un estudio de 2006 sobre las repercusiones de salud pública en La Oroya, donde se encontraron "niveles elevados de plomo, cadmio, arsénico y otros metales tóxicos en los cuerpos de los residentes". Hoy, La Oroya está catalogada como uno de los diez lugares más contaminados del mundo.
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